Odio ese cenicero.

Ya comprendo al microondas.

Definitivamente el café con leche es más rico con Nescafé que con café de cafetera.

En Tugay's venden unas franelas que están buenísimas por $ 19.-

Jorge y Nerón viven en el 10.

La del 1 es una vieja yegua.

¡Anoche comí carne!

O sea:

Desde este post, no pasaron ni quince días para hacerse realidad.

Resido desde el primero de abril (en realidad unos días después) en un apartamento de la calle llamada Belgrano, muy cerca de donde vivía antes.
La única diferencia es que los catorce habitantes que frecuentábamos el Parque Batlle, se redujeron a dos: mi media bergamota and myself.
¡Me he pasado al concubinato —digamos—, si uno lo piensa bien...! (Eso lo estoy pensando ahora y muy muy lindo no sé si me suena...).

Bueno, ta.

Mudarse es lo peor del mundo.

Lo dice alguien que en 33 años jamás lo había hecho.
Todos los sentimientos existentes pasaron por mí estos días como el diablo por la espalda. Pasé de la indiferencia, al odio, al amor, al llanto, al stress, al ¡basta ya!... y al etcétera.

No sé cuánto habré adelgazado de los nervios.

De todos modos, el tamaño de mi tujets ni se inmutó, lo cual me sirvió para filtrar los pantalones que llevaría y los que no.

Y aquí estoy.

Por primera vez desde que me mudé, que tengo tiempo de estar sentada en mi baqueteada PC.
Es más, apenas los otros días pude vichar blogs desde un cyber, en un ratito entre el trabajo y serigrafía. ¡Como escribieerooon! Horas estuve en el cyber.

Por cierto, quedé muy emocionada al ver todos los e-mails y comentarios acerca de dónde me encontraba [insert SARCASMO here ]. Gracias, gracias. Qué blog imprescindible para la vida de todos que tengo.

Y bueno. Me tuve que poner al día en lectura bloggística. Pero no me ha dado para comentar nada. Quería tranquilizarme de una vez por todas primero.

Todo lo que tengo para contar de estos días merecería un blog aparte.
No lo cuento ahora porque, francamente, ya no siento lo mismo que esos días. Es ese tipo de cosas que uno después las recuerda y se caga de la risa. Pero en el momento uno hubiera preferido suicidarse.

O sea que he bolbido, lista a frecuentar mi bloguito y con material nuevo, seguramente.

He aquí yo.

Y me voy a chusmear la blogósfera, compermiso.