martes, enero 09, 2007

¿Seré yo?

uizás sea debido a mi avanzada edad, tal vez sea por la crianza que recibí, no dudo que sea atribuible a mi innata aversión a seguir a la majada, ¿no? Pero... NO PUEDO ser la única persona que ODIE, le REPUGNE y le causen OJERIZA los dibujitos de "Alejo y Valentina".


Ya sé que a los 3 años ya dibujaba al ratón Mickey; reconozco con cierta vergüenza que mis dibujos tienen algo de Candy y Sandy Bell; que me crié leyendo Asterix, Lucky Luke, Tintín y todo cómic belga que pudiera tener a mi alcance... mas... (...) lo siento, no lo comprendo.

"Gustos son gustos", decía una vieja que no usaba pañuelo de mano.


Yo, que tengo memoria fotográfica y me hacía los trencitos —ayudamemorias, en realidad— a base de un abecedario con simbolitos (una suerte de taquigrafía jeroglífica inventada por mí) y me memorizaba los libretos de teatro a base de imágenes, soy una persona que se maneja básicamente por lo visual.
Amo la estética, me gustan las cosas LINDAS y si no es lindo pero es bueno, le encuentro lo bello enseguida (en el caso de mi novio, JUAAAAAAAA!!! No viene al caso pero no le pegué un palo en todo el 2007, así no se puede).


Me pasó hace años ya con los Simpsons. Odiaba esos dibujos amarillos. No me acuerdo cómo, pero les di una segunda oportunidad y ahora los adoro. Y a Futurama y a Matt Groening. Y si uno ve los primeros capítulos de los Simpsons y los compara con los últimos, se nota un cambio estético importante.
Lo mismo con Beavis y Butthead, aunque no tuvieron tanta suerte conmigo; son deplorables y los detesto sobremanera. No así con Daria (que salió de ese programa), que la AMO (me identifico mucho con ella, sobre todo si recuerdo cómo padecí la escuela y el liceo) y seguramente me pinte una remera ahora cuando me vaya para afuera. En este caso, se aplica la teoría de los dibujos lindos.


Hay 47 millones de dibujos. Lindos pero malos, como todo animé que se me cruce (cáncer de los dibujitos animados, en mi humilde opinión) —con algunas raras excepciones— y feos pero buenos, como Bob Esponja, Hey Arnold, Rugrats y por lo general Nikelodeon stuff (no es que los siga particularmente, pero si uno queda atrapado en un cuarto de 2 x 2 con una televisión pasando la maratón de Jimmy Neutron, no se suicida el primer día; lo hará al tercero o quedará turulato por siempre). "Feos pero buenos": con bueno me refiero a un nivel de calidad respetable, no que la trama sea para un Óscar.


Y a mi modesto parecer, en materia de horripilantes y deleznables están "Alejo y Valentina", (Beavis y Butthead está en la lista, claro).
Me es imposible "acostumbrar el ojo" como hice con los Simpsons. Y tampoco puedo "acostumbrar la oreja". No me animé a ver la versión rioplatense de "Los Increíbles" de Disney porque sabía que iba a salir corriendo del cine y no tengo por qué tolerarlo en mi televisión. En mi generación los dibujitos dirán "ahorita" y "ay caramba", pero que digan "boludo" me da una vergüenza ajena espantosa.
Ya sé que soy uruguaya-rioplatense-whatever, pero mi oreja no. En materia audiovisual, mi oreja es mexicana y habla en español neutro.


Solamente vi el primer capítulo, debido a una noticia increíble que anda por ahí y a la que un pueblo dijo: "¡es igual a Alejo y Valentina!". Entonces, como que bueno, para no estar tan aislada del mundo en que vivo, viché un poco para ver a qué se referían.
Me gusta el humor choto, no lo voy a negar, pero el estilo de humor a lo Oompa-Loompas de Tinelli me supera; acompañado de esos dibujos que me provocan glaucoma, lo encuentro intolerable por demás.

SEGUNDA OPORTUNIDAD DENEGADA.



Como digo siempre: Walt Disney se retuerce en el freezer.

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