martes, agosto 29, 2006

e bolbido

Hay más fotitos, pedorras pero fotitos al fin. Clickeame.
He aquí yo, de vuelta en la aldea. Desenchufadísima hasta hoy, cuando sonó el despertador y volvió the fucking rutine.
Y bue.

Fue un viajecito tranquilo.
Me encanta Bs.As. Es enorme, hay de todo y el subte es lo más parecido al desmaterializador que conozco.
De todos modos, caminamos como putos. Mi novio se recorrió cuanto Musimundo, Dromo y cualquier disquería grande o chica existiera. Se trajo como 40 discos (es a lo que fue). Yo compré poca cosa, como siempre, pensando en la Aduana. Y pasamos como Perico por su casa. Yo histérica porque mi novio llevaba discos en el forro de la campera, repartidos en el bolso y algunos me había encajado a mí, también. Pero pude pasar hasta un refuerzo y una Sprite que compramos en la esquina del hotel. Ni bola.

Todo lo que no gasté en Bs.As. me lo gasté en el FreeShop del barco. Una crema para mi madre —que todavía le debía regalo— y mi regalo propio de cumpleaños que todavía no me lo había hecho.
Mi autorregalo de cumpleaños consiste siempre en un gasto excesivo de plata en algo extravagante e innecesario pero que me merezco. Fui con la idea de unos championes Nike (porque todavía no me definí bien, si soy plancha o concheta), pero cambié las bases con la pipa por una damajuana de Flower de Kenzo. De lo cual no me arrepiento, pese a la mirada de mi novio de "¿Eeeh?!!", que no gastaría esa plata en un jiedelindo ni en pedo (me lo iba a regalar él para mi cumple, pero se disculpó de miles maneras y me regaló el lápiz óptico). Pero como realmente estaba muy muy rebajado e incluso la botella de 100 ml estaba más barata que lo que a él le cobraban por una de 50 ml, no jodió mucho.
Y bueno.

Me falló el Coto que cierra los domingos y me quedé sin licorcitos (hic). El hotel estaba a un par de cuadras del Shopping del Abasto y ni pasé por delante.
Íbamos a ir a la feria de Rivadavia (yo sigo interesada en un libro que no encontré, al final) pero nos decidimos por la de San Telmo, para cambiar un poquito de ambiente. Es una Feria de Tristán Narvaja un poquito más ordenada, según mi novio. Pero yo la encuentro más parecida a la de la Ciudad Vieja de los sábados (47 veces más chica). Me embolan un poco las antigüedades, pero porque mi casa es muy vieja y pila de cosas que veo en estas ferias, están en mi casa y heredamos cosas más viejas aún cuando falleció mi tía abuela hace unos años. Me gustan... pero no me asombran. Es como sacar el comedor de mi casa al jardín.

Tengo bastantes anécdotas. Entre ellas, el hotel. ¡Fantabuloso el hotel!
Estábamos desahuciados y se suponía que cuando llegáramos a Bs.As., nos encontraríamos con un amigo de mi novio, a ver si conocía algún hotel barato. Yo tenía algunas direcciones y teléfonos anotados, por las dudas (gracias Mari). No lo encontramos. En cambio, estaba China Zorrilla sentada, pronta para visitar sus pagos y sacándose una foto con ella, un alumno de mi novio que viaja dos veces por semana a Bs.As. porque bagayea ropa.
Y nos pasó la dirección de este hotel, que es una joyita.
Culorto, que le dicen.

¡$A 35 por día la habitación doble!
Como uno se podrá imaginar, no tiene TV ni internet, cosa que a nosotros, plim.
¡Ni la cama nos hicieron!
Ojo, ventilador de techo sí, ¿eh?
La habitación mediría 3 x 5 m. Baño, en proporción al cuarto, bastante amplio. Esa grifería vieja, que hay que esperar como 5 minutos a que salga el agua caliente. El lampazo, una risa, del mismo año de las cañerías.
La mesita de luz y el ropero, iguales a los de mis abuelas. La mesita de luz con un agujero extraño.
Mi novio, viéndome sacarle fotos a la colcha, me pregunta: "WTF?" pero en idioma novio. "Estoy jugando a C.S.I.", le respondo. Pero como no tengo los implementos necesarios de Grissom, preferí suponer que era Iodofón o mercurio cromo.
¿Su ubicación? Paso Nº 50, esquina Rivadavia. 5 cucarachas.


Vista desde el Hotel. Pleno Once.
Sí, tenía ventana.

Y ta. Hay más anécdotas, pero me tengo que bañar y lo más importante si quiero hacer pileta mañana en el pichiclub (terminó la cuarentena post-gripe): DEPILARME. Como dice Maitena: Tengo varios pelos de tonta.
¿Es de mal gusto poner que una se va a depilar en un blog?
Bueno, ya está.

miércoles, agosto 23, 2006

Amélie viajera


Mañana salgo a las 15:30 hs. de la tarde a la hermosa ciudad de Buenos Aires y está todo pochocho, aparte del pequeño detalle de que no encontramos todavía hotel.

Se aceptan datos de algún hotelucho barato, cerca del centro o Abasto (lugar civilizado, please)...

No tenemos pretensiones, no precisamos ni tv ni desayuno incluido. Puede ser 1/2 estrella ó 5 pulgas, no hay problema.

Mandé algunos mails preguntando precio y disponibilidad, pero el que no me rebota, me dice que ya no tiene lugar.

Nos espera un amigo de mi novio en el Buquebús. Espero que esté bien informado o que tenga una casa grande.

Y bueno. Se aceptan también nombrar cosas horribles de olvidarse, aparte de los pasajes, dinero y cédula de identidad. Es que me sobra lugar en el bolso y me inquieta...

martes, agosto 22, 2006

Yo me pregunto...


¿... Para qué mierda salen los vecinos de mañana a regar la vereda?

¿Qué función cumple? ¿Cuál es su utilidad, aparte de que yo pise una baldosa floja y me cague toda aunque no llueva?
¿Y los que además de regarla, baldearla o whatever, además le echan jaboncito o agua jane? ¿Mmm?

El día que yo pise una baldosa floja y hayan tirado agua jane, a alguien se le va a efectuar un enema con una manguera...

He dicho.

¡BUÁAAAAAAAA...!!




Quiero cambiar el template, hice 1.785.374 pruebas y no me gusta nada.

domingo, agosto 20, 2006

Pensamientos importantísimos, llenos de emoción y carga emotiva...

yer estaba desinspirada totalmente, por eso no escribí nada. Hoy domingo, aparte de que también estoy desinspirada, se me prende mi novio para ir a la feria, así que lo voy a tener desde tempranito, todo el día en casa. Así que el blog... olvídalo.

Igual, como si fueran a sucederme cosas interesantes...
mi vida antes era un poco más emocionante; de un tiempo a esta parte es tan fucking rutinaria... Y según mi novio, tiene que ser así. Si uno tiene que trabajar y tener sus responsabilidades diarias, la vida necesariamente tiene que ser rutinaria. Para romper la rutina, uno tiene que tener plata y nada que hacer. Lo dice mi novio, no yo. Ojo, ¿eh?
Y yo no estoy de acuerdo, ya que antes, tenía menos plata que ahora y tenía trabajo y responsabilidades. Tenía un novio más divertido, también...
¡PERO TA!
STOP!!!

Como cosa trascendental e importante que me pasó en el fin de semana, diré que a mis zapatos favoritos (que tienen como diez años, ya) LES ENTRA AGUA!!! Motivo indiscutible, en mi opinión, para tener que tirarlos, lo que me da muchísima pena porque la verdad que además de cómodos y calentitos, son preciosos. Me los compró mi padre hace ya diez años, a cambio de que tirara mis botitas fray mocho, que el no podía ni ver. En realidad, tenía razón; casi no tenían cordones y si mal no recuerdo, una tenía un agujero en la punta. Pero yo las amaaaabaaa.
Y me compró estas botitas Hi-Tec maravillooosas. Que ya casi no tienen suela en la parte del taco e investigando ayer por dónde podría haberle entrado agua a la botita derecha, vi que la suela está partida... ¡snif!
Me compraría iguales, como hice con las fray mocho luego que mi padre me compró estas (en el contrato no decía que yo no pudiera comprarme iguales luego de tirar las viejas), ¡PERO NO HAY! Hay, sí, algo medio por el estilo... pedo no ez do mimo... ¡snif! ¡Buaa…!
Y bueno. Las usaré cuando no llueve... como hago con las fray mocho (que tienen la particularidad de resbalar con el agua y uno puede caerse de culo con mucha facilidad) que sí, hasta el día de hoy las sigo teniendo (aunque no me acuerdo si no tuve otras entremedio... creo que no, tuve varios pares).

Bueno, se me hace tarde para la feria y como es la costumbre, mi novio se clavará esperándome. Para no romper la rutina, ¿vio? Si llego temprano, capaz que se confunde. O capaz que lo hago sentirse millonario... ¿quién sabe?

Hoy es domingo, así que es día de dejarse el pijama debajo de la ropa sin remordimientos.
Arrivederci.

martes, agosto 15, 2006

¡Feliz día a todas las Marías!

oy 15 es el día de Santa María o sea, feliz santo a todas las Marías (uno especialísimo para Mar del Plata, que me están mirando).

En marzo cumplí 6 años que trabajo donde trabajo y la característica de my work es que somos todas mujeres y 1 (uno, one) solo hombre (el jefe). Es una suerte de harén.
Ahora con la señora de él, somos 7 las que trabajamos ahí. En aquel momento, eran menos, pero igual, era un mujererío insoportable. Creo que éramos cuatro.
Y el primer 15 de agosto, hago la pregunta del millón:
—¿Ninguna aquí se llama María? —con ánimo felicitativo.
—Sí... yo —dijo tímidamente mi jefe, cuyo padre escrachó al ponerle su segundo nombre.
Fue muy gracioso.
Y ahora que somos más, sí. La sobrina de él, quien además hoy cumple años, tiene por primer nombre María.
Y un montón de viejas que vinieron hoy, también hicieron la pregunta del millón.
Y obvio que a quién yo nombraba primero, no era la sobrina de mi jefe.
—Sí, él — escrachaba las once veces que me preguntaron si había alguna María entre nosotras.
Con posterior felicitación de las veteranas y "aaahh, te llamás Maríiiaaa... (son de una originalidad).

Me tiene una paciencia...


O sea que feliz día a LOS Marías, también.

¡Volvió Bartolo!

Luego de cinco días, Bartolo (Aka Pitito Biónico) volvió a ser el de antes y aquí posa sobre el puf que tengo en mi cuarto. Lo que está entre el puf y el gato es mi ropa, prolijamente doblada (¡Juaaahh!). La foto está recortada, así que no se ve la decoración de botas y zapatos alrededor (todos de distinto par, opfio). Nótese las telarañas de la persiana. Le llamo decoración Siglo XX (están desde el siglo pasado allí y por mí, allí seguirán).

Pobrecito. Estuvo todo este tiempo encerrado con una sonda en el pirulín (se la iban a sacar hace tres días, pero se le tapó con los cálculos y se la dejaron hasta hoy).
Cuando volví de trabajar no había nadie en casa y no sabía si lo habían llevado al veterinario. Me encantó que apareciera a atosigarme como en los viejos tiempos al abrir la heladera.

Los demás gatos (recuerden que con Bart son 4, ¡sí, cuatro!) no lo reconocen y le bufan. La hermana (Samantha) siempre que lo ve, lo casca con algún zarpazo. Como estuvo aislado en el baño, ya se habían hecho la idea de que no lo iban a ver más. "Más comida para nosotros", deben haber dicho. Pero bueno. Están decepcionados, se ve. Y medio calientes.

Tan social que es. Siempre está donde hay gente, le encanta la compañía. En estos días nunca perdió su buena actitud y hasta en la Veterinaria ronroneaba cuando le destaparon la sonda. Como si supiera que es por su bien. Es un santo de gato.

Y ta.

Volvió Bartolo y mi boina sigue en remojo hasta que me acuerde de ella nuevamente.

Cabe aclarar que sin la sonda, la continencia del gatito volvió totalmente a la normalidad, así que mi ropa no corre ningún peligro, más de tener que cepillarla.

Selfesteem

En 33 años todavía no me he dado bien cuenta de si mi
autoestima es demasiado baja o demasiado alta.

domingo, agosto 13, 2006

Astros alineados de forma caprichosa

ace un rato vine de la Feria de Tristán Narvaja.
Me traje 1/2 kilo de nueces pecan con cáscara, las cuales han descendido a unos cuantos gramos. ¡Qué riicaaaas!
Amo todo lo que sea nuez, almendra, maní, pistacho, castañas, etc. (no así las avellanas o cosas con avellanas, aunque no vomito frente a un Ferrero Rocher; de mi parte, sería una demostración por el absurdo de mi insanía mental).
También logré cambiar mis envoltorios de Cadbury y poseo 2 hermosas tabletas de almendras (el que me las cambió ni preguntó qué gusto quería, notó como un cierto patrón...) de 170 g y lo mejor es que el envoltorio de las que te cambian, también se puede cambiar luego. Espléndido.
Después escribo posts acerca de cómo hago el ridículo en el baño tratando de bajarme los pantalones.
Pero lo bueno de las nueces pecan (siempre las compré peladas, nunca con cáscara) es que la cáscara no es tan pesada como la de la nuez común. Uno compra nueces mariposa y la cáscara pesa más que lo de adentro. Las pecan son todo nuez con una cáscara dura pero rompible con un buen par de muelas (no como las otras, que te puede volar un incisivo a la menor provocación).
Y ta. Hay un enchastre alrededor de la papelera... Lo más lindo es que me llené y no quería almorzar. Igual almorcé y subí a mi cuarto y seguí dándole a las nueces... pobre hígado.


Bueno.
El motivo de mi ida a la feria era porque hace días que quiero leer algo y la feria es un lugar espectacular porque hay de todo, mucho más barato que en una librería, nuevo o de segunda mano.
En realidad, quería encontrar un libro en particular. No tuve suerte.
Los otros días en mi trabajo cayó en mis manos un libro que se llama "Yo soy mi propia mujer", memorias de Charlotte von Mahlsdorf. Era para fotocopiar y escanear unas fotos (qué están buenísimas, por cierto) para hacer un trabajo en powerpoint para una psicóloga. Ojeándolo, me re-enganché con el libro, me pareció una historia fascinante. No dio el tiempo para fotocopiarlo, así que la que lo trajo se lo llevó porque tenía que devolverlo. Y así me quedé, con unas ganas bárbaras de saber más acerca de esta persona.
O sea que busqué en internet y hay una sola edición en español, la misma que vi yo. Hoy entré a una librería grande que está abierta los días de feria y no me supieron decir.
—Buen día, ¿hay alguna sección "Biografías" o "Memorias" o algo así?
—Sí, como no. Aquí mismo. ¿De quién buscás?
—Mirá, se llama "Soy mi propia mujer", de Charlotte von Ma... h...l...s...dorf... o algo así. Charlotte von algo que empieza con M, termina con dorf y tiene una h, l y una s no sé en qué orden.
—...
—Es la historia de un travesti de los años 30 ó 40, que su papá quería que él fuera un soldado nazi pero como que el nene no estaba muy de acuerdo.
—...!
—¡Ahh... qué plato! —dijo una señora que ojeaba una revista de manualidades.
Otro señor me miraba por arriba de las antiparras con cara de "oh, juventud corrompida".
Y el que me atendió me preguntó la editorial y yo ni puta idea. Sabía hasta el nombre del traductor, pero no me pasó por la mente recordar la editorial. Pensé que por el nombre y autor salía, pero tienen un quilombo en esa librería... Y me dieron una tarjetita para que les pasara la editorial, más porque me parece que se engancharon con la historia tanto como yo, que por ayudarme.
Y bueno.
Como seguía con ganas de leer algo, vi un librito envuelto en nylon, nuevito, que se llama "La gata del soltero" de L.F. Hoffman. "Sobre todo una historia de amor, no sólo de gatos", dice. ¿Qué mejor que una historia de amor mezclada con gatos? Es como el chocolate con almendras.
Y me lo compré sin ni siquiera abrirlo. Una edición chiquita, papel marrón, re-barato (editorial Punto de Lectura). Y como todo libro, en el ómnibus lo abrí y empecé a leerlo. El libro es chiquito pero la letra enorme. No me gusta eso. Tengo miedo de que me atrape y se termine rápido. Por ahora leí poquito, ya encontró a la gata. Para mi alegría, es una gata gris, no blanca como la de la tapa. Igualita a mi Samantha, que es la excepción que confirma la regla de que los gatos son unos interesados. Mi gata me ama y soy todo para ella.
Y bueno.
Como pensé que era un libro de mierda, busqué en la internet a ver qué dice y la verdad que tiene buenas críticas.


Las estrellas deben estar alineadas de forma muy ocurrente, ya que en estos días me dio por comer manzanas, terminé con mi novio (mejor dicho, él terminó conmigo, aunque haya sido solamente por diez minutos) y me dio por comprar un libro que eso sí son palabras mayores.
No leo mucho, soy bastante pelotudita, pero si encuentro uno que me interesa, lo engullo en dos días. Y después cuando se terminó, me da lástima, porque ya me encariñé con los personajes y no voy a volver a oír hablar de ellos.
Y este libro parece que es muy cortito... y ya me encariñé con la gata abandonada en la puerta del soltero... aunque con el soltero todavía no. No leí tanto y además, una vieja empezó a romper las bolas en el ómnibus y me desconcentraba.
"Guarda, me bajo acá, porque tengo 90 años y no puedo viajar parada", gritaba.
El ómnibus venía hasta las manos. El que estaba sentado a mi lado y yo acabábamos de ofrecerle nuestro asiento a una pareja que venía con un bebé, llena de bolsos. Pero el muchacho que traía el bebé insistió en que yo me quedara sentada (yo iba contra la ventana). No dejé que insistieran mucho. Seguí leyendo y ni me enteré de la existencia de la vieja.
Metió un barullo tal que el guarda la sentó en el lugar de él, haciéndole piecito porque el asiento del guarda es alto y la vieja quedó como en exhibición, haciendo equilibrio allá arriba. Alguien le ofreció el asiento que dejé y me hubiera encantado presenciar cómo hacían para bajarla, pero por suerte, logré descender. Iba re-lleno para ser domingo. Hice ¡pop! y salí escupida para afuera.


Y bueno.
Yo voy a seguir en la búsqueda de mi travesti alemán, coleccionista de antigüedades, luchadora contra los skinheads y yuyos por el estilo, adoradora de los años 20.

Esta es Charlotte,
no la vieja del ómnibus...

10''


Hoy estuve 10 minutos sin novio.
Finalmente lo pudrí (ya era hora) y me dijo que no quería saber más de mí.
¿Mi reacción en ese momento?
"Bueno, cómo no".
Y me fui del supermercado (donde estábamos en ese momento) y él se dirigió a la caja a pagar un regalo para su ahijado (mañana es el día del niño).
Mientras cruzaba la calle, no sabía si ir a mi casa o a la de mi amiga (¿camino izquierdo o camino derecho?) a contarle: "Oficialmente, no tengo más novio".
Pero me pareció mal ir a bajonearla.
Y me senté en un murito debajo de una palmera, a mitad de camino.
¿Si me sentía triste? ¿Contenta? No sé.
La sensación fue de... "¿Y ahora?"
Tanta libertad me abrumó. Es más, ya no me tenía que preocupar más por el tema de la pelea.
Y entonces apareció mi hace-5minutos-ex y me dice "abrime el portón de tu casa que me dejé el discman y me voy".
Lo miré con cara de "menos prepo, che".
Y volvió y me dio un beso y me abrazó.
¿Mi sensación? "Ah, tengo novio".

Y ta.
Volvimos al supermercado porque mi nuevamente-novio le había gritado al cajero porque el regalo no tenía precio. Pero era tarde y precisaba un regalo. Lo más lindo es que la camionetita con control remoto era la única que quedaba (si no, los otros modelos eran unos jeeps feos; queríamos la pickup y chau) y quedó encanutada al lado del cajero.
Así que con toda la naturalidad del mundo fui a la caja con demás cosas que íbamos a comprar, miré la camioneta, puse cara de "qué bueno que está esto, che" y lo puse para llevar. "Esto estaba aquí al lado", me dijo el cajero. "Síii, me gusta. Me lo llevo", dije. "Pará que no tiene precio", me dice. Y ta.

Esa fue la pelea con mi novio.
O sea que el 1º de noviembre cumplimos 8 años menos 10 minutos.

Creo que no me libraré de él tan fácilmente...

sábado, agosto 12, 2006

"Las manzanas están tan lindas que me dieron ganas de comerme una".


Sí, es una oración estúpida. Lo sé. La lógica me brota a borbotones, ¿eh?
Eso si fuera una persona normal.
Y a una persona normal le gustan las manzanas.
Tengo una lista de cosas que no me gustan, que cuando digo: "no me guutaaa", la gente dice "¿eeehhh?".
Como si a alguno no le gustara el chocolate.
Yo diría: "¿eeehhh?".
Y bueno.
No es que odie las manzanas, aj, puaj, guácala, pero la verdad es que encuentro varias frutas más ricas que ésta. Las manzanas a mí, plim.
Pero pasé por la cocina luego de almorzar y de haberme lavado ya los dientes y un bol lleno de manzanas de Blancanieves, bien rojas y brillantes, recién traídas de la feria, me sedujo.

Y bueno. Acabo de hacer un enchastre bárbaro en el teclado, luego de haberme comido la segunda o tercera manzana en lo que va del año, contando alguna manzana verde (esas sí me gustan, las adoro) comprada para el almuerzo.
Y bueno, en mi lista extraña se encuentra por ejemplo: la mayonesa (¿eeehhh?); el dulce de leche (¿eeehhh?) —perdón, debo aclarar: el dulce de leche metido en tortas, no en un alfajor o un bombón. A veces me da por comer alguna cucharada solo, pero a veces, como las manzanas—; el atún en lata —¡aargh, fuera de mi vista!—, esto no sé si es raro que no me guste, pero no conozco a nadie que no le disguste, sin embargo la tarta de atún me emociona; el matambre a la leche o cualquier carne (roja) hecha al horno; el maní con chocolate (¿eeehhh?); las galletitas María —realmente las desprecio, al punto de que no puede haber una persona al lado mío comiéndolas—; el turrón —arruina cada Navidad con su presencia—; la pasta en general y menos con salsa de tomate o tuco; y algunas cosas más que no recuerdo en este momento. ¡La Coca Cola o cualquier bebida cola!

Sin embargo, amo el guiso de mondongo, el caviar, las comidas agridulces, el guiso de bacalao (guisos en general, me pueden tanto como el chocolate), el pan dulce, los helados hechos con agua (jamás pido de crema o chocolate o hechos con leche, siempre fresquitos, sobre todo de limón); el churrasco o asado si lo pincho, tiene que mugir; y algunas asquerosidades que no me atrevo a admitir (casi casi como mi lista negra de feos lindos). O sea, no es caca, pero mucha gente dice "uughh" cuando nombro, por ejemplo, el guiso de mondongo por el cual deliro.

Y si voy de visitas y me sirven una ensalada rusa, como soy muy educadita, me la como igual. No voy a andar poniendo caras. Pero me sentiría muy mal por las pobres arvejas bañadas con mayonesa, qué culpa tienen.

viernes, agosto 11, 2006

Regalito de cumpleaños



Nunca conté qué me regalaron para mi cumpleaños. Todavía falta el regalo de mi tía (¡waaajajajaajaaa...! ¿qué me depara el destino?) y mi amiga me va a invitar a salir como el año pasado.
Bueno. Toneladas de chocolate (mucho chocolate Cadbury proveniente de mi suegra y mi hermanita la pequeña), mi hermana la prescindible no lo fue tanto en ese momento, luciéndose con una caja de cerezas al cognac de Ambrosoli (las que vienen al por mayor, no las chatitas que traen 6 bombones infames) —de la cual sólo queda el recuerdo—, una botella de Bailey's por parte de mis amados progenitores (sublime) —lo cual festejé tomándome lo que me quedaba de una que ya tenía— y el que se portó realmente, como es debido si uno lo analiza, es my half bergamot, con el WizardPen 4x3 de Genius.
Basándose en su asidua, molesta e indescifrable idea de mantenerse/me en el celibato (posts y posts le debo a este tema... ahh!), con este present como que casi casi, lo ha logrado.
Es como un mouse en forma de birome, inalámbrica, con la cual se dibuja sobre un pad electrónico que va enchufado por USB a la PC.
Y bueno. No la domino mucho mucho todavía, pero creo que en poco tiempo voy a chivear de lo lindo con ella. Está bárbaro porque los dibujos son como si hubieran sido realizados en el papel mismo y luego escaneados y yo que odio escanear y venía haciendo los dibujos re-geométricos con el corel, pintando con los fondos predeterminados —horrriiibbleeee— de vaga que soy, como que la cosa mejora un poco.
Y ta.
A practicar el pulso y el pintado, porque eso sí... La materia "pintar sin salirse de los bordes" que di en el jardín de infantes, me quedó previa.
¿Cómo cagar un dibujo pintándolo? Hable conmigo.


A ver si me vuelven las bolas para hacer algún comic; porque así como mi novio no escribió más poesía, no sé cuánto hace que no dibujo una historieta (bueno, hice un taller el año pasado, pero ta. Ahí quedó).
Voy a pensarlo si lo hago en este blog mismo o dedico otro. Mmm. No sé, no sé...
¡Yo sabía!
Mañana tiene un examen, por eso no me llamó y me despachó así, con un perro SMS (con perdón de los perros).
Hoy recibí otro SMS diciéndome que me debe el regalo y que estos días no puede, pero que me va a llevar de joda como el año pasado. Petacular. Todo vuelve a la normalidad.

Y bueno.

Mi hermana pareciera que me tiene bronca.
Anteayer llegué a casa muerta de hambre y veo con agrado que hay pan del día. Voy a la heladera a buscar MI pasta de anchoas para hacerme un refuercito y... ¡NO TA!
No me molesta que se lo haya terminado, es que la pasta de anchoas forma parte de MI arsenal de comida para cuando no hay nada para comer (y obviamente, no tengo ganas de cocinar NADA).
De tarde había visto un huevo duro sobre el fogón de la cocina... voló también. Bueno, está bien. No era MI huevo duro, habría sobrado de algo que hicieron. Pero tenía la ilusión de que siguiera estando cuando llegara del pichiclub.
Y entonces me acuerdo de que me quedaban unos palitos de Kami-kama en el freezer (parte de MI alacena)... ... ... ...
Shit!
Terminé un culito de longaniza ayer, así que mi despensa... ces't fini.
¡Ni queso había! ¡Qué desgracia! Sólo restaba cocinar... ¡aargh!
Un momento, el sábado yo me compré en la feria unas galletas de algarrobo...
Cadê elas???
¡Es un triquitraque!
Bueno. Ayer tuvieron que llevar a Bartolo (uno de mis gatos) al veterinario por unos cálculos en la vejiga (pobrecito...). Volvió el pobre gato con una sonda en el pito, hecho un trapito, sedado. Y entonces, hasta mañana sábado, el hotel del gato es el baño de arriba.
Como hace frío, mi hermana le puso un pantalón viejo de ella en un tacho para que durmiera. Y bueno, como es el baño de arriba donde están los dormitorios, cada uno que iba a acostarse tenía que usar el baño en compañía de Bartolo. So did I. Sobre todo porque en el baño de arriba está la estufa y una en estos días no se pone el pijama así como así.

Desde ayer que no encuentro mi boina de lana.
—¿Alguien vio mi boina negra de lana?
— Nooooooo... —dijeron uno por uno todos los que les pregunté.
Mi boina negra de lana, es un misterio cómo llegó a mí. Sé que es mía, pero no sé si me la regalaron, si la encontré, jamás la hubiera comprado... la encontré hace unos días en un bolsillo de una campera que hace siglos que no uso, ya que era la que usaba para campamentos o para irme para afuera. Saqué la conclusión de que debe haber sido un regalo de mi tía en Navidad o para algún cumpleaños. Un día tendría que postear sobre los regalos que he recibido de mi tía, con su foto o descripción correspondiente, porque dan para hablar. Con mi prima hacíamos competencia en Navidad, a ver quién de nosotras había recibido el regalo más gracioso.
Pero bueno. Esta boina, para ser un regalo de mi tía es bastante discretito y no es como para combinarla con las tejanas, pero para volver del club con el pelo mojado o ponérselo de noche mientras blogudeo (porque en este rinconcito al lado de la compu, hay una sucursal del Perito Moreno... ¡brrr...!).
Y ta. Mi amor por la boina de lana estos días creció más que por el amor a mi novio (lo cual no precisa mucho). Es un placer usar este sombrero, me saca el pelo de adelante de la cara y por supuesto, no me congelo tanto.
Y no la encuentro y no la encuentro y no la encuentro y revuelvo, refistoleo, levanto cosas... hasta que veo a mi madre, que todo lo sabe y todo lo ve... y le pregunto...
—¿No vistess mi boina negra de lana?
... pausa...
Mi madre piensa piensa piensa...
—¿Qué es lo que hay sobre el pantalón que le puso tu hermana al gato para que duerma? Hoy de mañana vi una cosa negra...
—!!!
Y sí.
Era mi boina...
Y mi gatito con la sonda, está algo así como incontinente, por eso la hotelería en el baño...
Y ahora mi boina está en remojo y espero que no llueva para que se seque rapidito.
Que romance tan corto. No la pensaba lavar tan pronto... ¡si igual es negra...!

martes, agosto 08, 2006

Miserable aparatejo

Este despreciable objeto hizo que el día de mi cumpleaños me sintiera el ser más alienado sobre la Tierra.
No me da gracia cumplir años. Eso primero.
Segundo: nunca le doy mucha bola a mi día de cumpleaños, siempre tengo la excusa de no hacer nada porque al otro día se trabaja y es muy complicado bla bla.
Este año, que cayó sábado, tuve la magnífica excusa de que no sólo yo sino que los demás integrantes de mi familia y además mi novio, estábamos (todavía estamos) con una gripe como para repartir entre cinco, que fue justamente lo que hicimos. Y hasta sobró para mi novio y todo.
Conclusión: tampoco hice nada.
Lo que más me embola de los cumpleaños: los llamados por teléfono de los parientes y allegados.
El primero, infaltable: mi tía AKA la maravillosa. Amo a mi tía y esperaba que fuera el primer llamado. Muy bien, todo normal. Fue tempranito, ya que llamó a mi trabajo y le dijeron que no había ido.
Al rato, mi prima. Muy lindo todo.
—¿No te llamó tu otra prima (o sea la hija de mi prima que es tres meses mayor que yo, madre de mi ahijado, muy complicado de explicar)...? ¡qué degenerada!
—Ah, ya va llamar —dije.
Tercer llamado: mi Suegra (que misteriosamente, fue breve y no me embotó el cerebro).
A continuación, me rescató mi novio:
—¿Tenés el celular prendido? Porque te van a llamar.
—¿Al celular? —me pregunté.
Y bueno. Resulta que la pelota que yo le doy al celular es tanta (regalo de mi media bergamota, cumpleaños pasado) que cuando me acuerdo de prenderlo, siempre me olvido de apagarlo y claro, la pobre batería... cuando me acordé de él, el pobre estaba muerto, con la batería kaputt.
¡Pobishito! Lo empecé a cargar a las 7 de la tarde. Para las 11 de la noche ya estaría con la pancita llena.
Llega mi novio, festejamos con unas masitas que compró mi madre (no me gustan las masitas, hubiera preferido sandwichitos, pero...), cocoa caliente y un Flodigrip cada uno. Éramos mi novio, mi hermana la del medio y yo. Mi padre tosía en el living, creo que mi madre se había dormido en un sillón y mi otra hermana se sucuchó unos pebetes de jamón y queso para ella y un amigo en el escritorio, mientras jugaban en la computadora.
Y ta.
Eran las 10 y pico de la noche y no llamó más nadie. Sonó el teléfono dos o tres veces, pero era para mi hermana o para mi padre. ¿Y mi prima...? And my best friend...?!!
Como mi novio sabe que amo a mi amiga y ya le dejé bien claro que si se estuvieran ahogando mi amiga y él, lo salvaría a él porque ella sabe nadar, nada más que por eso, creo que un poco se regocijaba de que se hubiera olvidado de mí (siempre tuve una lucha entre mis amigas y mis novios... los podré cornear a piacere, pero si le presto más atención a una amiga que a ellos, ¡oh, traición!).
Y bueno. Eso.
En eso mi novio me dice:
—¿Y al celular te llamaron?
—Mi celular falleció hoy, confortado con los santos sacramentos y la bendición papal —Mirada de peroquéboluda de mi novio. —Pero ya debe haber terminado de cargar.
Y me fijé en el cell y descubrí que tenía dos correos de voz. "2 correos, ¡a la pucha!", exclamé. El primero era del servicio de Ancel que hace como dos meses que me informa que mi tarjeta expiró el 12 de julio. Si me fijo en el crédito, me vence el 13 de setiembre. WTF??
Y bueno, el otro mensaje sí. De un amigo que vive en España, músico, que a pesar de haber dejado a la novia embarazada tirada acá y él haber rajado hace ya como 6 años, apreciaría unos puntos más; pero bueno. Lo aprecio todavía y él se acuerda de mí siempre.
Y eso fue todo.
Me quedó titilando que mi amiga no se hubiera acordado de mi cumpleaños. "Alguna buena razón debe haber tenido" dije. Y me fui a dormir, no sé si muy convencida.
Obviamente, me olvidé de apagar el celular. Pero como estaba recién cargadito... ¿a quién le importa?
Cuando me iba a dormir del todo... ¡Toing!¯ Mensaje de texto. De una compañera de trabajo, saludándome y preguntándome si estaba mejor de la gripe. Me lo había mandado como al mediodía, pero claro, ni me enteré.
Se lo respondí, apagué el celular y ZZZZZZZZZZZZ.
Al otro día, me llama mi novio y me pregunta si quiero ir al cine. Nos decidimos por Súperman.
Me estoy vistiendo para el cine y me pregunta mi padre: "¡Che! ¿No te llamó tu amiga?". Con la misma sensación de haber pisado mierda con los leñadores, le respondo: "No. Y pagará por ello". O sea, había ignorado el hecho todo el día.
Llega my boyfriend, prendo el celular (¿para qué lo quiero prendido si estoy en casa?) y salimos (yo con mis botas tejanas y el pantalón of hell, que con medias de nylon, es bastante manejable).
Llegamos al cine. Como la película ya no es muy estreno que digamos, nos acomodamos bien, sin Clark Kent a upa, como venía siendo nuestro estilo.
Acá me voy a divagar un rato pero qué me importa:
Dentro del cine, la calefacción estaba a 134 ºC, por lo que comencé a desnudarme sin pudor, hasta que me di cuenta de que no sólo hacía un calor de los 4.567 demonios, sino que no se podía respirar. Mi novio, ya apoltronado, con el pop en la barriga y todas las camperas, bufandas, buzos en la butaca de al lado, me dice:
—No se puede estar acá, andá a pedirles que bajen un poco el aire.
—Pero me da vergüenza —dije, porque sí, me da vergüenza, qué le voy a hacer...
—Ah, dejate de joder, ¿qué vergüenza?
—Sí, pero vos no vas, tengo que ir yo... —totalmente convencida en ese momento de que a él también le daba vergüenza y me quería hacer dar la cara a mí (cosa que no sería la primera vez). Y bueno, salvo el percance de que con las botas le enganché a la guía de lucecitas del escalón y casi ruedo cinematográficamente hasta la pantalla (no sucedió, gracias al Cielo), pude hablar con un acomodador.
—Estás sentada arriba del todo, ¿no? —pregunta, muy simpático.
—Eeh... sí...
—Ah, bueno, te sugiero entonces, sentarte más abajo.
Yo sé que ningún lector me conoce, pero la mayoría de los que me rodean dice que mi mirada es MUY expresiva. Y como el acomodador vio el destino que tenía su linterna, me dijo que iba a bajar la calefacción.
—Pero vas a ver cómo te morís de frío, ¿eh?
Cuando subo, termino de acomodarme y suben 5 pelotudos adonde estamos nosotros.
—¿Este asiento está ocupadooooo...? (quedaban cinco asientos, uno de ellos con toda la ropa invernal mía y de mi boyfriend.
—Sí... —les dice mi novio. Lo miré. —... o sea, está ocupado por todo esto".
Y seguí mirando, esperando que alguno le pusiera el pororó de sombrero. Pero no.
—¿Y no podés correerloooo...?
Duh! —pensamos mi novio y yo al mismo tiempo. Y tuvimos que correr todas las cacharpas al sillón que estaba a mi izquierda y compartirlo con un buzo que había de una pareja. Ya con la luz apagada, en los cortos, se le ocurre venir a mamá, papá y el nene y se escucha:
—Ay, ¿no sacás tus cosas de esa butaca, así te corrés y nos podemos sentaaaar...?
"Tus cosas" eran el bucito del muchacho y todo el ropero nuestro.
Oh, shit! —pensamos al mismo tiempo mi novio y yo, aunque mi novio no dice "oh shit" sino "carajo", ya que el inglés no es su fuerte. Pero la idea fue esa.
Pero por suerte, mi amigo el acomodador ya había bajado el aire y efectivamente, me estaba empezando a congelar un poco. O sea, que le encajé lo suyo a mi novio, me puse el buzo, la bufanda y forré el respaldo de mi butaca con mi campera. Estoy por enmudecer mi celular como toda buena espectadora que se precie, cuando veo que tengo un SMS. Que emoção! Otra compañera de trabajo (divina si las hay, diría que mi favorita) disculpándose de mil maneras, por haberse olvidado. Me fijo y el mensaje me lo había mandado como a las 2 de la tarde. Eran las 7 y pico. Como había prendido hacía una hora el celular, dije "bueno, claro, cómo me voy a enterar si me escriben, si tengo el celular apagado...". Lo enmudezco, empieza la película y todo eso. En eso, mientras Lex Luthor se regocijaba con no sé qué (no voy a contar, tampoco), siento un masaje en mi omóplato izquierdo. El vibrador del cell. Como el chusmerío puede más y Clark Kent ya me tenía medio podrida con la baba cayéndosele por la Lois Lane, miro de cotelete... ¡Mi amigaa! Yo sabía que se iba a enterar en algún momento de que el sábado había sido 5 de agosto. No daba para leer el SMS ni para contestarlo, ya que el Sony Ericsson prendido es una suerte de valiza amarilla que llama un poquititito la atención si está todo oscuro. Aparte Súperman tenía que ir a salvar Metrópolis y ta, no daba. A los cinco minutos, ¿no suena el celular de la pareja del buzo? Pero qué pelotudos. ¿Yo jodí a alguien con mi celular? Encandilé a mi novio cuando lo saqué del bolsillo, pero lo guardé enseguida...
Luego de un final muy chaucha en mi humilde opinión, lo primero que hago, leer el SMS de mi amiga. "Feliz cumple y que me quiere y bla bla". ¿Y la disculpa por haberse olvidado? ¿Esta pensará que hoy es 5? No es poco probable, ya que Dios las cría y nosotras nos juntamos y entre las dos no hacemos una neurona sola, a veces... Pero para regocijo de mi ciclotimia, veo que el SMS tiene fecha 5 de agosto, 11:45 PM. ¡Jah! ¡Yo sabía! Y se lo refregué en el morro a mi novio, que estaba ya totalmente convencido y descansado en que su noviez era mucho mejor e importante que nuestra amistad. Y bueno. Mi buen humor afloró again.
¿Ta bien ANCEL, eh? Qué celeridad para los mensajes de texto. Un lujo. Lo de mi amiga se explica porque usa MOVISTAR, ¿pero mis compañeras de trabajo?
Cuando llego a casa, mi hermanita me dice que llamó la esposa de mi padrino de parte de él, que está muerto con gripe en la cama, que por eso no llamó. Y ayer lunes mi madre me dijo que llamó mi prima-comadre, que estuvo llamando todo el día el sábado y que le había dado ocupado ¿¿??
Ayer en el trabajo, la compañera que faltaba, me pregunta si recibí el SMS que me mandó. Me temo que jamás llegó. Entonces me lo mostró desde el celular de ella en la bandeja de enviados. Bueno, sí, te creo. Me jodía con la edad y eso. Y se quedó triste porque realmente se había esmerado con el mensaje de texto y hasta se lo había mostrado a la mamá y todo.
Tuve que explicarle cómo entre la batería de mi celular y Mighty Ancel hicimos maravillas.
Y entonces desde ayer, tengo a mi madre atrás, diciendo que devuelva las llamadas a mi padrino y a mi prima. Eso es algo que siempre me emboló. Es como llamarlos para decirme "Hola, te llamo para que me saludes". Es algo que no entiendo.
Pero en conclusión, ahora tendría que llamarlos y darles gracias por no haberme mandado un mensaje de texto, cortito y que llega cuando se le ocurre. Gracias por haber usado el nunca bien ponderado teléfono.
Es una cagada; es un mensajecito abreviado tipo aviso de clasificados, demora uno más escribiéndolo que levantando el tubo y discar. Y ta, a mis compañeras de trabajo las veo todos los días, pero mi amiga, que la veo cada muerte de obispo, bien podría extrañar mi voz, así como yo extraño la de ella.
Todavía sigo pensando que alguna buena razón tuvo para mandarme un SMS en vez de llamarme.

sábado, agosto 05, 2006

etc...






viernes, agosto 04, 2006

Si no tienes nada de qué hablar...

entonces...
Al final le puse 2 ó 3 cositas más, nada más... fui bien discretita para no caer en la terrajada (aunque la tierna mariposita esa... mmm... ¡igual un poco de terraja tengo, sí; no lo voy a negar tampoco)

Voy a seguid investigando a ved qué más hay... ji, ji, ji!
Nuevo sponsor:

finalmente, sucumbí a sus encantos...


Sponsor olvidado!!!


¿cómo pude hacerte esto?
¡perdón, perdón, Amigo Fiel...!
¡Sponsor Oficial!

miércoles, agosto 02, 2006

Post tosido





—Cof, cof... cough... cj cj cj!
...
—Cof! Acjj! CJ! Caj... ajcj...!
...
—Cauj! Caj! Cj! Acjjj! Cof! Cuff...!
...
...
—Mmm...
Aaaacj! Cojj... cjj... cough...!
Cj...
Caj, caj.


SPONSORS OFICIALES:

mucho mucho mucho

fantástico y maravilloso


no me hizo un carajo


una petaquita que ya se me acabó... snif... cof!


de boldo o manzanilla (porque sino el Sinutab es intomable)


entre Negatos y Negatos (cada 2 horas)


y metros y metros de que no será tan elegante como los pañuelitos Elite, pero es decididamente más rendidor...



¡Cof!
 
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¡Pica a chusmeando!